domingo, 1 de mayo de 2016

Tú, mi escultora

La que me quiso antes de poder verme,
Que no podía esperar a tenerme
Entre sus brazos, llenarme de besos,
Cuándo aún sólo existía en sus sueños.

Me quiso cuando fui pequeño y frágil,
De mi navío siempre fue mi mástil,
Mi brújula cuando perdía el rumbo,
Mi refugio, cuando dolía el mundo.

Siempre eterna su mano sobre mi hombro,
Por si mi juicio se nubla y anda cojo,
Es mi faro en mis noches más amargas,
Verdes ojos que ningún dolor manchan.

Me enseñó a ser justo, amable y sincero,
Que lo importante es ser tú, no perfecto,
Que hay que enamorarse aunque a veces duela,
Si caigo, será el viento de mi vela.

Me dijo que debo soñar despierto,
Sueños son sólo sueños si los dejo,
Y que tenga en cuenta las consecuencias,
Pero que no deje que me retengan.

Me hiciste con amor y algún suspiro,
Me esculpiste en cada paso del camino,
Cada vez un poco más como tú,
Soy mejor si soy contigo, siendo tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario