Haces de luz juguetean con motas
de polvo,
Nieve marchita brilla como
cristales rotos,
Espirales de humo mientras
agoniza el día,
Consumiendo las dudas, el
silencio, la vida.
El sol llora y muere entre
destellos de luz roja,
Y con él se lleva los suspiros de
las bocas
Que sueñan con aquellos besos
sabor a mar,
Que se posaban en los labios al
despertar.
Los sauces bailan al ritmo de un
cuatro por cuatro,
Me susurran sus lágrimas los más
bellos cantos
Mecidas por el aleteo de tus
pestañas,
Senderos que ahora manchan sólo
un par de pisadas.
Piedras en los bolsillos al mirar
tus recuerdos,
Grilletes en los labios antes
llenos de besos,
Cadenas oxidadas aprisionan mis
alas
Y se escucha el pesado suspirar
de la Parca.
Esparto a la garganta arde como
tus caricias,
Dedos como hierro candente
muerden mis mejillas,
Aliento gélido se posa lento en
mi nuca,
Se aleja sobre las olas, mi alma
ya desnuda.
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