lunes, 10 de febrero de 2020

Ando

No puedo más,
Estoy harto del espejo
En el que me reflejo,
Ensayo cada gesto,
Cada miedo,
Disfrazado de valiente atrevimiento,
Un cobarde sin miedo al cementerio,
Sólo quiero cumplir un par de mandamientos
E irme en silencio,
Mutis por el foro, aplauso y agradecimientos.

Ser, lo intento,
Aunque sólo lo parezco,
Vivo a medias,
En mis bolsillos sobra arena,
El humo y las jaquecas,
Me anda cojo el sueño,
Dos brújulas que jamás están de acuerdo,
Una me dice la hora y la otra el tiempo.

No me importa perder el equilibrio,
Siempre me han dicho que escribo torcido,
Que tengo mala letra
Y que no escriba con bolígrafo,
Que da igual lo que escriba
Si no hay nadie que me entienda
Para darle un sentido.

Todo es más difícil cuando el sol se apaga,
Y la luna con su luz la noche rasga,
Entran miles de perlas negras  por la ventana
Y la noche me sorprende con las sábanas mojadas
De alguna lágrima que se despertó asustada.

Todavía no llego a escuchar la música,
Me enredo entre los dedos de la bruma
Busco la luz en el fondo de mis ojos,
Vivo del atardecer y sus destellos rojos.

Mis ojos quieren ver el alba,
Pero nunca llega la mañana con la persiana bajada.
Quiero que se muera el frío,
Que se oxiden sus cuchillos,
Que no me falte nunca el oxígeno,
Dejar de ser un cínico,
Y encontrar algo de paz en el exilio.

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