martes, 25 de febrero de 2014

Mi princesa

La princesa de mis sueños,
De tez dorada y morena,
Cuerpo del deseo,
Y de belleza eterna.

Sus labios incitan al beso,
Carnosos y cálidos,
Que desarman al más honesto,
Y calman al más malvado.

Su risa musical y sonora,
Escribe la partitura de mi travesía.
Su sonrisa sincera y burlona,
Da color al lienzo de mi vida.

Su pelo color otoño,
Mezcla marrón, naranja y color oro,
Que el viento mece con cariño,
Como una madre acuna a un niño.

Sus ojos corrientes y brillantes,
Del color del dulce chocolate,
Que con tan sólo una mirada
Te endulza el alma.

Tu voz hace vibrar mi cuerpo,
Que se mueve a ritmo de deseo,
Deseo de besarte, de amarte,
De ser un caballero andante.

Tus piernas largas y sensuales,
Que compiten con la grácil grulla,
En un duelo de andares elegantes,
Mientras sueño con entre ellas enredarme.

Tu cuerpo sensual y moreno,
Forjado por Afrodita,
Diosa de lo bello,
Al deseo y al halago incita.

Pero esto sólo es el cascarón,
Ínfima parte de tu belleza,
Pues no tiene parangón tu corazón,
Con su bondad y su pureza.

Sólo tenerte delante,
Sólo tu compañía,
Curan todos los males
De esta y la otra vida.

Tu cálido amor y afecto,
Me da calor y me quita el frío,
Como un manto suave y grueso,
Tejido con el mejor  hilo: tu cariño.
  
Mi perfecta imperfección,
Mi niña feliz de belleza perpetua,
Por quien late mi corazón,

Por la niña de sonrisa etérea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario