miércoles, 8 de abril de 2020

Hilos

No sé si quiero dormir por siempre un rato,
Igual es el existir con lo que me atraganto,
Quizás olvidar lo abstracto que me abstrajo
De absorber el saber y de beber del vergel.


Quiero desaparecer,
Borrar el barro de mis pasos
Pero no lo llevo en los zapatos,
Es mi alma que se sale del marco,
Oléo sobre un pecho blanco.
Ojos vidriosos,
Quizás me quedo roto y solo,
Piedras en todos los atajos,
De qué sirve volar si no es bien alto,
Hierro, humo y asfalto,
Pinceles rotos a los pies del cuadro,
Fatiga en mis pulmones cansados,
Los suspiros se aferran a mi garganta,
Quiero arrancarme la nuez y que salgan de una vez
Todas las palabras que tengo atravesadas
Por miedos, por dudas,
Por pausas demasiado largas.


Me da vértigo no volver a verte al sol,
No creo en dios
Y sólo veo sombras extrañas
Tejidas a mis nudillos
Con  punto de cruz,
Quiero caer de cara dónde tu brillo se ve a trasluz.
Sólo espero no vivir en ningún cajón,
Que me pongan a la luz en el salón,
Que sus manos se calienten a mi alrededor,
Noches de techo y de frío sudor,
Me retuerzo cuando me ven,
Tengo miedo al eco de la verdad,
Se me hace inmensa cada esquina de la ciudad.
Voy a quedarme un ratito bajo la cornisa,
Al filo de su abrigo quiero sentir la brisa,
Intento no hacer ruido,
Sólo quiero llorar cuando esté dormido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario