sábado, 19 de diciembre de 2015

Añejo

Tremebundo tremar el de mi trémula voz,
Exánime expresar de tu estoico corazón.
El pecho palpita pudoroso y pusilánime,
Bocas que vacilan, trastabillan, unánimes.

Noveles amantes pecan de amar demasiado,
Sólo violenta dialéctica y besos mimados
Les guiaron por senderos finitos y siniestros,
Ningún Eros ni Afrodita fueron sus maestros.

Jugaron al juego predilecto de poetas,
Sufrir por un amor de doble filo, veleta,
Amor becqueriano, romántico, de novela;
Amor insomne, de pasar la noche en vela.

Heridas en los ojos, sangran amargas lágrimas,
No hay cataplasma que cure sus memorias pávidas,
No hay vendaje que tape el gigantesco vacío,
No hay manta que caliente un amor ya tan frío.  

Glacial sentir el de sus caricias ya vetustas,
Felices sonrisas, ahora muecas adustas,
Y ya no saben sentir los pueriles amantes,

Etéreos se tornan ya sus marchitos semblantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario