miércoles, 22 de febrero de 2017

A tientas

Se disuelven las noches entre cigarros y parpadeos,
Si desangro la cajeta aún me queda el cenicero
Para buscar entre las cenizas
Alguna moribunda colilla
Que le quede algo por fumar.


Veintena y pico tropezando
Por no mirar por dónde voy,
Vagando errático,
Caótico,
Entre rostros pétreos
Adalides de la indiferencia
Con su mirada regia
Y sus valores muertos,
Hace tiempo náufragos
En el mar de sus clavículas
De jugar a ser soldados
Cuando son las víctimas,
Viviendo en sus ombligos
Ávidos pupilos de Narciso,
Por eso sólo a solas conmigo mismo
veo el mundo nítido.

Fui invitado
A un baile
Del que no me sé los pasos,
Un sordo en la pista,
quebrada la voz,
Imploro justicia
Y se me de el calor
Que mi alma vieja necesita.