miércoles, 27 de abril de 2016

La última mujer

Haces de luz juguetean con motas de polvo,
Nieve marchita brilla como cristales rotos,
Espirales de humo mientras agoniza el día,
Consumiendo las dudas, el silencio, la vida.

El sol llora y muere entre destellos de luz roja,
Y con él se lleva los suspiros de las bocas
Que sueñan con aquellos besos sabor a mar,
Que se posaban en los labios al despertar.

Los sauces bailan al ritmo de un cuatro por cuatro,
Me susurran sus lágrimas los más bellos cantos
Mecidas por el aleteo de tus pestañas,
Senderos que ahora manchan sólo un par de pisadas.

Piedras en los bolsillos al mirar tus recuerdos,
Grilletes en los labios antes llenos de besos,
Cadenas oxidadas aprisionan mis alas
Y se escucha el pesado suspirar de la Parca.

Esparto a la garganta arde como tus caricias,
Dedos como hierro candente muerden mis mejillas,
Aliento gélido se posa lento en mi nuca,
Se aleja sobre las olas, mi alma ya desnuda.

domingo, 10 de abril de 2016

Mejor participar

Hay quienes dicen que la vida es una guerra entre sol y luna, una lucha de contrarios, dónde hay que aprender a disfrutar las pequeñas victorias y las treguas, e intentar olvidar las amargas derrotas.

El refrán "lo importante es participar" es históricamente el buque insignia de los perdedores. En esta sociedad que nos moldea a golpe de cincel y martillo, se nos enseña que la historia la escriben los vencedores, porque la verdad sólo lo es si nadie te la rebate.

Pero perder es inevitable, lo importante es levantarse y poner la otra mejilla. Porque el que gana es porque ha perdido y sabe apreciar el sabor del éxito.

Al fin y al cabo, no se puede conocer la oscuridad si jamás te ha bañado el sol de mediodía en un día de agosto; ni sabrás lo que es la soledad, cuando el tiempo pasa lento y punzante, si no conoces lo que se siente al estar rodeado de seres queridos, de abrazos incondicionales. Porque las mejores historias de amor son sobre cómo acaba.

La vida es una armonía de contrarios. Lo único que nos separa de hundirnos en el océano y nadar sobre sus aguas, es el aire en nuestros pulmones. Así que no lo malgastéis suspirando demasiado.

No echéis azúcar a lo que ya empalaga, ni le echéis más sal a lo que ya han bañado las lágrimas.

domingo, 3 de abril de 2016

Tus "cómos", y no tus "qués"

Si algún día algún loco, paciente y con tiempo libre, me pregunta que lo que más me gusta de ti, dudaría. Insistirá y me alentará: “¿sus ojos, sus labios, sus pechos…?”. Y no podría estar más equivocado.

Hay muchos ojos que rozan lo divino. Azules como el océano, verdes como la maleza amazónica, llena de vida; amarillos como la espesa y dulce miel; marrones como la madera de caoba, cálida y suave...También hay bocas muy diversas, pequeñas, grandes, de gesto adusto o tímido, bocas que callan más que hablan y bocas que hablan todo lo que callan. Y pechos, qué decir, si hay infinidad de ellos, todos en pareja, pero grandes, normales, pequeños; a veces hundidos, huecos, inmensos o llenos…Y así podría seguir interminablemente. No sólo existe un rasgo perfecto, que sea único, que defina la belleza de forma sentenciosa.

Así que si algún día algún loco me pregunta que es lo que más me gusta de ti, le diré que tus “cómos” y no tus “qués”.

De tus ojos, me gusta tu mirada. Cómo observas una habitación, cuando tus ojos saltan de rincón en rincón, admirando la estancia. Cómo miras cuando me escuchas, clavas tus pupilas, a veces fugitivas y tímidas, intentando comprender lo que mis labios farfullan. Una mirada honesta, curiosa y dulce, que hace que en ella me pierda, y mientras el mundo desaparece entre lejanos ecos, yo me hundo en tus brillantes iris.

De tu boca, me encanta cómo jugueteas con tus labios cuando estás nerviosa, o aburrida, o excitada; cómo los frunces cuando no encuentras las palabras, o cómo los abres para regalarme una sonrisa de esas tuyas, únicas, que firmas con una risa dulce, casi muda. Cómo bailan tus labios cuando hablas en un susurro, con la voz colgando de un hilo, y oigo el aire saliendo dulcemente, sin hacer ruido, de tu boca.

De tu pecho, cómo se te eriza la piel cuando te lleno de caricias, cómo irradia un calor agradable cuando me abrazas y me acoges en tu refugio. Cómo se estremece cuando sueltas una carcajada, o cómo se desinfla cuando dejas escapar un suspiro, cómo dibuja esa curva que tanto me encanta cuando te vistes de desnudez.


Y aquí me quedo, delirando con tus “cómos” y con tus “qués”. Porque me gustan muchas cosas, pero no todas me despiertan lo mismo. Porque todas las estrellas brillan, pero no todas deslumbran.

viernes, 1 de abril de 2016

Azul

Ventanas tapiadas,
Historias ocultas,
Vidas disfrazadas,
Nostálgica Luna.

Azul color tu alma pura y niña
Pinta las paredes de mi vida,
De penumbrosa dicha,
De medias mentiras.
De ilusiones ficticias,

Por que la realidad no está hecha para mí,
Quizás tampoco tú, pero aun así
No puedo evitar soñar, lo siento,
En todas esas sonrisas
Que podrían ser besos.