Rítmicas pisadas en la acera,
Guardada por grandes guardianes
Señalando la dirección correcta,
Con sus cascos tintineantes.
Monótono compás en el silencio,
Mi mente no duerme, busca versos,
El frío y la oscuridad me embriagan,
Mis poemas no duermen, no descansan.
No hay verdadera calma,
El corazón no para de latir,
No busco la tranquilidad,
Sólo donde escribir.